Coaching de vida / asesoria para empresas

MI PRÍNCIPE AZUL

Hijo mio, hoy te escribo sin ser una fecha especial, no es tu cumpleaños, ni es navidad, no festejamos el día del niño ni un logro en particular.

Solamente quise sentarme a escribirte cosas que salen de mi corazón; de este corazón que se llena de alegría cada vez que estoy junto a tí, que miro tus ojos o escucho tu voz, que dormimos juntos y que al despertar me regalas una sonrisa con los ojos hinchados, me abrazas y a veces vuelves a dormir.

Solo por el amor que siento hacia ti y las cosas tan lindas que me haces pensar; las lecciones tan duras que hemos pasado juntos y lo que has hecho nacer en mí.

Ahora soy una persona completamente distinta gracias a ti, mucho tiempo estuve buscando una solución, una opción, una salida, un rayo de luz que me diera esperanza para “salir” de este laberinto juntos.

Sin embargo, hoy, después de tanto tiempo me dí cuenta de que no hay ningún laberinto, no hay castigo, no hay nada que sanar, no hay nada que vencer; solo cosas por aprender.

Estoy inmensamente agradecido contigo por venir a “jalarme las orejas” y hacerme despertar de una manera tan contundente. Tus silencios son los estruendos que despertaron mi alma.

Tus gritos son las notas de la canción que canta mi corazón ahora.

Paciencia me gritan; comprensión… !Piensa! ¿qué te quiere decir con esto? ¿qué debes aprender en esta ocasión?.

Y a veces me desespero, a veces me enojo, a veces chocan nuestros temperamentos tan iguales, tan intensos, tan violentos.

Pero nunca te he dejado de amar; desde el primer momento que tu mamá me contó  de tu existencia, te empecé a amar de una forma totalmente inesperada e inexplicable para mi, pero sin duda la más grande que he sentido.

No sé exactamente a dónde irán nuestras vidas, lo que sí sé es que estamos destinados a estar juntos mucho, mucho tiempo; más allá de esta vida incluso.

Ahora sé que tu y yo somos dos partes de un todo; somos complementos de algo más grande que no puedo comprender completamente, pero que definitivamente puedo sentir.

Tú me haces sentir el padre más orgulloso del mundo, solamente por el hecho de ser… Yo no necesito buenas notas, logros, trofeos ni campeonatos, obras de teatro, no necesito que sobresalgas en nada, porque en tu vida eres tú y nada más, no hay comparaciones ni competencias, no hay “sobresalientes” porque la única persona que ven mis ojos eres tú hijo mío…. Tú y nada más.

Tú eres toda mi vida y te amo justo como eres, con todas tus características y reglas a veces extrañas para mí, con todo tu carácter e intensidad, con tus sonrisas y abrazos, tu impaciencia y los besos que a veces accedes a que te dé rápido.

Con las pequeñas cositas que me demuestras cada día pero que para mí son logros monumentales.

Con eso me dices que estás presente y me doy cuenta de que esa personita que vive dentro de tu cuerpo es muchísimo más de lo que yo pudiera imaginar en mis sueños más locos.

Cuando pienso en tí inmediatamente aparece una sonrisa en mi boca, y miles de recuerdos llegan a mi mente como gotas de lluvia.

Y todos los siento con mucho cariño;los más lindos como el día que naciste o cuando comenzabas a hablar o a caminar, pero también los más duros que hemos pasado, incluso cuando mi esperanza se desvanecía y las imágenes sombrías me invadían y solamente podía tomar tu mano en una camilla de hospital con mi fé y mi amor como únicas fortalezas en medio de una tormenta.

Incluso viviendo en otro país cuando me dormía viendo tu retrato y lo primero que miraba en la mañana era tu sonrisa diciéndome “!buenos días papá! es hora de ir a trabajar.

Incluso en los momentos cuando en medio de la nieve y paisajes gloriosos de belleza mi corazón estaba partido en mil pedazos y yo lloraba solo en la calle porque sabía que estabas parado en tu ventana mirando hacia afuera esperando todos los días que papá apareciera para llevarte a pasear.

Tu eres mi motor y mi mayor motivación; has hecho que mi vida cambiara tanto en tan poco tiempo, y ahora sé que así tenía que ser.

Ahora ya no tengo miedo de mostrarme como soy, tu me has ayudado a saber quién soy en realidad y lo que soy no se parece en nada a lo que creía que era; ahora soy un hombre más feliz, porque cada día me acerco más a mi verdadero ser, a mi verdadera esencia. 

Aunque tengo muchos planes y estoy trabajando en ellos, pero en realidad no sé hacia dónde irá nuestra vida, pero si hay algo que he aprendido en estos últimos tiempos, es que nadie lo sabe.

Y aunque todos hacemos planes la vida cambia en un día y no vuelve a ser la misma jamás.

Lo que sí sé es que estará llena de amor, de compañerismo, de tiempo juntos y sé que estamos bien cobijados y que tenemos la fuerza más grande de todas; a nuestro Padre Creador y con eso tenemos el futuro asegurado.

No sé si un día tu puedas leer esta carta pero por si las dudas decidí escribirla.

Ahora es tiempo de dormir.

Voy a jugar contigo en ese lugar donde te sientas en mis piernas y me cuentas todas tus cosas.

Con todo el amor que hay en mi ser.

Te amo

Tu papá.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top
Verified by MonsterInsights